El proceso de envasado de los alimentos, bien sea al vacío o con atmósfera protectora, permite conservar los alimentos frescos en perfecto estado siempre y cuando se evite cualquier tipo de filtración o fuga en el envase. Por ello, debemos garantizar que el envase esté perfectamente sellado mediante un proceso de inspección de termosellado adecuado a cada tipo de envase y producto.
Cualquier tipo de contaminación en la banda de soldadura durante el proceso de sellado (ya sea la del propio producto envasado debido al atrapamiento de producto o dispersión de partículas durante la introducción de la atmósfera), las filtraciones en el envase (banda de soldadura mal selladas o chimeneas) pueden dar lugar a la aparición de moho o diferentes bacterias, provocando así un deterioro prematuro del producto. Por todo ello, es imprescindible la detección de defectos en la soldadura tras el proceso de sellado para evitar que llegue al consumidor final.