La calidad de la lana depende del cumplimiento de diversos criterios. Algunos de ellos, como el largo de la fibra, el lustre, la uniformidad, o el diámetro medio de la fibra (finura) pueden observarse a través de técnicas de visión convencional.
Sin embargo, existen otros parámetros que son más dificiles de observar mediante estas técnicas y son invisibles al ojo humano.
A través de nuestro equipo Chemic Inspector conseguimos realizar esas detecciones de manera eficaz y sencilla. Algunos ejemplos son:
- Contaminación de espigas y de grasa, lo que permite valorar adecuadamente la calidad de la lana, y pagar un justo precio al proveedor.
- Contaminación animal, detectando ácaros e insectos diminutos que afectan a las fibras.
- Porcentaje de pelo y grasa, estimando el rendimiento de lavado.
- Residuos de pesticidas, evitando que provoquen la degradación de las fibras.
Os dejamos una imagen de nuestro laboratorio, donde se realizaron pruebas con distintas muestras de lana analizadas a través de imagen química.
👉Para saber más sobre imagen química echa aquí un vistazo a la publicación donde hablamos sobre ella.